La Policía Nacional había arrestado a los cinco en virtud de la orden de detención e ingreso en prisión que la Audiencia Provincial de Navarra dictó esta tarde tras ser condenados por el Tribunal Supremo a quince años de cárcel por violación.
Los detenidos se encontraban en sus viviendas a la espera del arresto, salvo Ángel Boza, que se entregó directamente en la Jefatura Superior de Policía.
El Supremo ha elevado por unanimidad de 9 a 15 años de prisión la condena al considerar los hechos ocurridos en los Sanfermines de 2016 como un delito continuado de violación y no un abuso sexual con prevalimiento, como hicieron dos tribunales anteriores.