La pena por una falsa alarma de explosivos puede llegar a un año de prisión, detalla en una nota de prensa el cuerpo policial, que indica que la llamada inmovilizó a todos los servicios de seguridad y emergencia del aeropuerto de Estocolmo.
El hecho ocurrió a última hora de este domingo, cuando el 112 recibió la llamada de una mujer que explicaba que se arrepentía de haber hado en adopción a su hija y que quería recuperarla.
Minutos más tarde, el número de emergencia recibió otras dos llamadas de la misma mujer en las que facilitaba datos concretos de un vuelo que cubría el trayecto Mahón-Estocolmo y en cuyo interior supuestamente había una bomba y en el que viajaba su hija.
Ante el aviso se activó el protocolo correspondiente, con lo que el avión llegó a las 2:00 horas a su destino, adonde se había movilizado a la Policía y los servicios de emergencia de dicho aeropuerto, que comprobaron la falsa alarma.
Además, la Policía Nacional de Ciudadela localizó y detuvo a la autora de las llamadas por un presunto delito de desórdenes públicos por amenaza de bomba, cuya pena puede llegar hasta un año de prisión.