Dirección General de Tráfico

La DGT obligará a algunos vehículos a llevar un alcoholímetro: estos son los afectados y la fecha exacta

El alcoholímetro de arranque obligará al conductor a soplar antes de iniciar la marcha. En caso de que el resultado sea positivo, el motor no se encenderá

ondacero.es

Madrid | 23.03.2022 06:05

Una persona cambia la boquilla de un alcoholímetro en una imagen de archivo/ Pixabay
Una persona cambia la boquilla de un alcoholímetro en una imagen de archivo | Pixabay

Las nuevas normas que ha introducido la DGT ya están vigentes. Entre ellas destacan la penalización con seis puntos al que no respete la distancia de seguridad de 1,5 metros al adelantar ciclistas. También se endurece (6 puntos) la sanción por la manipulación del teléfono móvil al volante que se considerará como conducción temeraria o arrojar objetos que puedan producir incendios o accidentes. Entre las nuevas normas, se introduce el uso de alcoholímetros de arranque en determinados vehículos.

Cuándo entra en vigor el alcoholímetro

Entre esas nuevas normas, por primera vez se contempla la incorporación de alcoholímetros antiarranque. La nueva medida entrará en vigor el 6 de julio de 2022 y será obligatoria para todos los conductores de vehículos de transporte de viajeros por carretera que incorporen la interfaz para la instalación de estos dispositivos. Es el punto de partida ya que dos años después, el 6 de julio de 2024 será obligatorio en todos los autobuses y autocares de nueva matriculación.

Cómo funciona el alcoholímetro

El aparato recibe el nombre de Alcoholock. Se instala en los vehículos directamente conectado al sistema de arranque. Tiene la capacidad de analizar las concentraciones de alcohol en aire del conductor. En caso de que la tasa sea superior a la permitida el coche no arrancará. El sistema tiene que ir siempre activado y será imprescindible hacer la prueba para poder arrancarlo. Además, para evitar que haya fraudes, incorpora sistemas de reconocimiento del conductor como reconocimiento de huellas dactilares, de pupila o de fotografías digitales que se quedarán en la memoria del alcoholímetro.

Es una medida ya implantada en algunos países europeos. Su finalidad es la reducción de siniestralidad.