Hay otras teorías que afirman que el color morado ha sido el resultado de la mezcla de dos colores, el azul y el rosa, que simbolizan la igualdad de género. La escritora Gemma Lienas fue la primera en utilizar una metáfora que luego también adoptó el movimiento feminista. Según ella, el violeta es el color del feminismo, el mismo color que las gafas con las que se debe mirar el mundo.