Miles de personas cumplen este martes con la tradición de visitar en los cementerios las tumbas de sus seres queridos con motivo de la celebración, este primero de noviembre, de la festividad de Todos los Santos.
Una tradición que, tras la pandemia, se ha fortalecido. Llevar flores frescas, rezar frente a la tumba, conversar en silencio o recordar anécdotas, cada persona tiene su manera de rendir homenaje a sus difuntos.
Decenas de personas han acudido durante este puente festivo a los cementerios para reemplazar el polvo de las lápidas por paños húmedos, flores grises por nuevas y hasta adelantarse a la fecha para vivir el ritual con tranquilidad y evitar el colapso en las necrópolis del día 1 de noviembre en la primera festividad de todos los Santos sin restricciones tras la pandemia.
Despliegue en los cementerios de Madrid
En Madrid unos 700 agentes municipales vigilan los cementerios de la capital y alrededores para garantizar la movilidad y los accesos. En los dos grandes, La Almudena y Sur Carabanchel, los agentes están apoyados por drones y cuentan además con sanitarios del Samur, protección civil, con dos unidades, una básica y otra avanzada instaladas a la entrada.
La delegada de seguridad, Inmaculada Sanz, ha destacado el refuerzo policial sobre todo en los alrededores para evitar la venta ambulante ilegal y posibles actos vandálicos.
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid ha reforzado la dotación de autobuses en varias líneas que prestan servicio hacia los distintos cementerios madrileños. Se incrementa el servicio de las siguientes líneas
- 25 (Plaza de España-Casa de Campo),
- 106 (Manuel Becerra-Vicálvaro),
- 108 (Oporto-Cementerio de Carabanchel),
- 110 (Manuel Becerra-Cementerio de La Almudena),
- 113 (Méndez Álvaro-Ciudad Lineal),
- 118 (Embajadores-La Peseta),
- Se activan los servicios especiales Plaza Elíptica-Cementerio Sur y Plaza de Castilla-Cementerio de Fuencarral.