Si hay algo verdaderamente molesto es tener hipo. Esta contracción espasmódica se produce cuando el diafragma se contrae repentinamente en mitad de una respiración, provocando así el cierre de las cuerdas vocales, que acaban ocasionando un característico sonido que puede llegar a ser muy incómodo para la persona que lo emite.
Por lo general, el hipo, tal como llega, se va. Sin embargo, para intentar que su duración sea breve, te contamos algunos trucos que harán que desaparezca en menos de 60 segundos. Estos son algunos de ellos:
- Aprieta tus oídos mientras bebes un vaso de agua a través de una pajita.
- Colócate boca abajo y bebe un vaso de agua congelada de un solo trago.
- Coge aire y detén tu respiración entre 10 y 20 segundos para después, soltarlo suavemente.
- Exhala aire mientras aprietas tu nariz y mantienes tu boca cerrada.
- Ingiere una taza de manzanilla para tranquilizar al diafragma.
- Muerde una rodaja de limón, ya que su acidez te impactará de tal manera que tu cuerpo provocará el cese del hipo.
- Presiona tu nariz mientras bebes agua.
- Toma miel para sosegar los nervios del sistema que causan el hipo.
- Usa una cuchara, llénala de azúcar y ponla en la boca durante algunos segundos.
- Utiliza una bolsa de papel para respirar dentro de ella durante 10 segundos.
Causas que incentivan la aparición del hipo
Existen múltiples motivos que pueden provocar que suframos hipo, como por ejemplo: beber alcohol o bebidas con gas, comer mucho y muy deprisa, consumir alimentos picantes, estar sujeto a un episodio de estrés, exponerse a una temperatura muy cambiante, fumar, ingerir algunos medicamentos o masticar chicle, entre otros.
¿Qué me ocurre si el hipo me dura más de 48 horas?
La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, Mayo Clinic, comparte las posibles causas por las que el hipo puede durar más de dos días seguidos. Estas son:
- Padecer trastornos del sistema nervioso central.
- Sufrir daño o irritación de los nervios.
- Tener problemas metabólicos.
En caso de presentar hipo persistente, lo más recomendable es acudir a un médico, para que la sintomatología no derive en un problema grave de salud.
