La OMS declaró la emergencia de salud pública por la viruela del mono. El director de la organización, Teodros Adhanom Ghebreyesus, explicó que el riesgo de contagio es alto en Europa y moderado en el resto del mundo.
El anuncio de la emergencia sanitaria llega cuando se han detectado unos 16.000 casos, cinco de ellos mortales, en 75 países diferentes. La declaración de esta situación supone que la enfermedad constituye un riesgo para otros países, lo que requiere una respuesta internacional coordinada con más medidas preventivas.
Se trata de la séptima vez que la OMS ha declarado una emergencia internacional de estas características: primero fue la gripe A en 2009, a la que siguieron el ébola (2014 y 2018), polio (2014), el zika (2017) y el coronavirus (2020). Precisamente, al tratarse de la misma emergencia que la declarada por el Covid, ¿en qué se diferencian y qué significa la nueva alerta por viruela del mono?
Las diferencias entre la emergencia por Covid y por viruela del mono
Pese a encontrarnos en una emergencia sanitaria a nivel mundial, las dos enfermedades tienen diferencias, por lo que la viruela del mono no ha propiciado llegar a una situación parecida a la de marzo de 2020. Estas son las principales diferencias:
Menos contagios
El epidemiólogo Felipe Lobelo ha explicado en CNN en Español que la viruela del mono es una enfermedad "muchísimo menos contagiosa que el Covid-19 o la gripe", además de que es posible que "no vaya a generar una epidemia de las magnitudes a la que nos ha acostumbrado el coronavirus".
La forma de propagación también influye. En el caso de la viruela del mono, los expertos sostienen que no permanece en el aire ni se puede transmitir por vía aérea, al contrario de los aerosoles.
Síntomas más reconocibles
Mientras el coronavirus tiene una serie de síntomas frecuentes -estos pueden confundirse con un resfriado o una gripe-, la viruela del mono tiene un cuadro más reconocible: picazón, erupciones en la piel o la inflamación de ganglios son los más llamativos, por los que se puede identificar la enfermedad de manera más fácil que el Covid-19.
Todo ello, sumado a los contagios asintomáticos que se han producido a lo largo de la pandemia por coronavirus, dificultaban el seguimiento y contención de la enfermedad.
Una enfermedad con precedentes
En 1970 se detectó el primer caso de la viruela del mono en la República del Congo, por lo que las autoridades sanitarias conocen la enfermedad y su comportamiento a lo largo del tiempo. Además, ya hay vacunas disponibles y la campaña de vacunación se ha extendido a todos los países.
En el caso de España, las autoridades aconsejan lo siguiente con respecto a la administración de dosis:
Se vacunará a todas aquellas personas que hayan sido identificadas por la investigación epidemiológica de los profesionales de Salud Pública, así como contactos estrechos de un caso confirmado. En este caso, se recibirá una llamada de Salud Pública para indicar cuándo acudir a vacunarse.
Antes de la exposición al virus, hay determinados sectores que Salud recomienda que accedan de manera inmediata a la vacuna, pidiendo cita previa. Así, en la vacunación previa a la exposición se vacunará a personas de entre 18 y 45 años que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo y que cumplan con las siguientes situaciones:
- No haber recibido la vacuna de viruela con anterioridad.
- No haber pasado la enfermedad de viruela del mono.
- No haber estado en contacto con un caso confirmado de viruela del mono en los diez días previos.
- No presentar síntomas sugestivos de viruela del mono.
- No presentar alguna de las contraindicaciones para las vacunas en general.
- Enfermedad febril aguda grave o una infección aguda.
- Alergia a alguno de los componentes de la vacuna.
Nuevas variantes
Las nuevas variantes Covid han complicado la efectividad de determinadas vacunas contra el coronavirus. Desde 2020, se han sucedido numerosas variantes: BA.5, la nueva subvariante de Ómicron, ya predomina en los casos mundiales por su alta transmisión.
El virus de la viruela del mono, que pertenece a la familia 'ortohopox', muta de manera más lenta, lo que facilita su control. "Es un virus de ADN y muta más lentamente que los virus de ARN como el SARS-Cov-2", asegura el doctor Richard Kennedy, en declaraciones a CNN en Español.
