El Rey Felipe VI afronta este sábado su mensaje de Navidad en un momento en que la crispación y la tensión política se han hecho con el control del debate entre los partidos tras la reforma del Código Penal por el cual se deroga el delito de sedición y se rebaja el de malversación, así como el fallido intento gubernamental de rebajar las mayorías para elegir a miembros del Tribunal Constitucional.
Aunque el rol del monarca como jefe de Estado está por encima del día a día de la política y debe mantener una posición institucional, el Rey Felipe VI suele hacer llegar algunos mensajes en clave política en las intervenciones públicas más relevantes, de ahí que haya expectación por conocer si el monarca hace alguna reflexión genérica sobre estos asuntos.
Defensa de la Constitución
Suele ocurrir que el monarca mencione la Constitución y el respeto a la misma en sus intervenciones. Así sucedió en su discurso del año pasado cuando reivindicó tanto la Carta Magna de 1978 como el consenso.
En ese discurso aseguró que las diferencias de opinión "no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro". "La Constitución ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis" y por todo ello merece "respeto, reconocimiento y lealtad".
Hermetismo en Zarzuela
En Zarzuela hay un total hermetismo en cuanto al contenido del mensaje y las circunstancias en las que se producirá su grabación, puesto que por regla general no se emite en directo sino que se graba con antelación. Lo que sí es seguro, porque es tradición, es que la Casa del Rey enviará una copia del texto a Moncloa para ponerlo en conocimiento del Gobierno.