Mantener la seguridad en las carreteras españolas es una de las funciones principales de la Dirección General de Tráfico (DGT). Elementos como señales, limitaciones de velocidad, radares, agentes de tráfico o normas de conducción forman parte de las medidas de este organismo para controlar lo que sucede en las vías y cómo se comportan en ellas tanto conductores como viandantes.
Con las mejoras tecnológicas, los vehículos son cada vez más seguros, pero siempre hay riesgo de que puedan ocurrir accidentes que, muchas veces, suceden por descuidos o por no cumplir las normas de conducción. Algunos de los factores que suelen causarlos son excederse en la velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o mirar el móvil al volante.
Para cumplir el objetivo de reducir los fallecidos a cero en 2050, se ha diseñado un programa desde Bruselas para introducir cada vez más medidas de seguridad en los coches, llamado ADAS (Advanced Driving Assistance System), una serie de ayudas a la conducción.
Qué son el ADAS y el EDR
El ADAS es un sistema basado en la tecnología que permite a los coches y conductores a mejorar la seguridad, tanto la del propio vehículo como la del resto de conductores y usuarios de las carreteras. Sus diferentes funciones incluyen el detector de sueño, el frenado de emergencia o el aviso de cinturón de seguridad colocado en todas las plazas.
Uno de estos elementos es el EDR o Registrador de Datos de Eventos. Se trata de un dispositivo que tendrán que llevar los coches nuevos a partir de julio de 2024 y tiene como objetivo reducir el número de víctimas en las carreteras. Este aparato cuenta con un tamaño similar al de un móvil y dispone de un microchip que guarda diferentes datos sobre la conducción del coche en el que se ubica. Este deberá colocarse debajo del asiento del conductor.
Resulta muy parecido a la caja negra de los aviones, que recoge información tanto del vehículo como de los ocupantes para que, en caso de accidente, pueda saberse qué ha ocurrido. Para ello, se grabarán datos de los 30 segundos anteriores al accidente y los 5 posteriores, registrando parámetros como la velocidad, frenada, fuerza de impacto o movimientos de dirección.
Qué funciones tiene el EDR
Una de las funciones del EDR es grabar la telemetría del coche, en la que se incluye la aceleración que se produce, la velocidad que se alcanza, el ángulo de giro, la fuerza G, las revoluciones por minutos del motor o la frenada, entre otros. Este dispositivo es capaz de grabar las circunstancias en las que se ha producido el siniestro en el caso de que se active algún elemento del sistema de retención.
Debido a que el sistema comienza a registrar los datos segundos previos a un impacto, muchos temen que este dispositivo pueda violar la intimidad de los conductores, concediendo datos a la DGT o, incluso, a las aseguradoras, y pudiendo sancionar o perjudicar a los usuarios de los vehículos.
Como la estandarización de la información a recoger no está reglamentada, los datos registrados dependen de cada fabricante, y podrán leerse posteriormente mediante un software específico. Además, otra de las funcionalidades del EDR es que puede analizar si se activa el sistema de llamada de emergencia en el vehículo, por lo que, en el supuesto de un accidente, las autoridades podrían tener acceso a todo lo que pasó antes y durante el suceso.
Según la DGT, la fecha prevista para que los vehículos comiencen a llevarlo será el próximo 16 de julio de este año.
