El fenómeno del divorcio gris se está popularizando y responde a la creciente tendencia de parejas mayores de 50 años que deciden separarse. Este tipo de divorcios puede parecer sorprendente a simple vista: ¿cómo es que una pareja que ha pasado décadas junta de repente decide que ya no son compatibles? Sin embargo, es un recordatorio de que las personas pueden llegar a comprender lo que realmente necesitan o desean en cualquier etapa de su vida. Y, a menudo, tomar la decisión lleva tiempo.
Un reciente estudio publicado en el Journal of Social and Personal Relationships analizó las experiencias de 44 personas divorciadas de más de 60 años, revelando un proceso de dos fases que frecuentemente lleva al divorcio gris: mantenerse juntos mientras crecen separados y el momento de darse cuenta de que el matrimonio debe terminar.
Mantenerse juntos mientras crecen separados
La primera fase que lleva al divorcio gris es una etapa de insatisfacción prolongada en el matrimonio. Aunque las parejas reconocen que la relación ya no funciona, a menudo permanecen juntas durante años por diversas razones: el bienestar de los hijos, la dependencia financiera, las normas sociales de su generación o el miedo al estigma del divorcio.
Este distanciamiento suele ser provocado por una variedad de factores como infidelidades, abuso verbal, control emocional, diferencias de personalidad, y una falta de comunicación efectiva. En algunos casos, el desarrollo personal de uno de los miembros de la pareja crea una brecha insalvable cuando el otro no está dispuesto a seguir el mismo camino.
El momento de no retorno
La segunda fase de los divorcios grises surge cuando las tensiones acumuladas desembocan en un punto de no retorno. Este momento crucial puede desencadenarse por eventos públicos humillantes, episodios graves de deshonestidad o abuso, o un cambio de perspectiva impulsado por el contexto familiar y social.
El divorcio gris representa a muchas personas que sienten que, con los hijos ya independizados y un entorno cultural más abierto, finalmente pueden priorizar su bienestar personal y perseguir una vida más auténtica.