Las altas temperaturas siguen instaladas en la Península Ibérica. Los termómetros han dejado valores de más de 40 grados al paso de la segunda ola de calor por nuestro país, con un episodio que podría remitir el próximo lunes por la entrada de una masa de aire frío.
Hasta entonces, y desde el pasado mes de junio, el calor ha disparado los casos de faringitis debido al uso continuado del aire acondicionado: los aparatos están presentes en hogares, transporte público y oficinas de trabajo, por lo que las personas se ven expuestas continuamente al aire frío.
El uso inadecuado del mismo puede provocar problemas de garganta, entre los que se encuentra la faringitis. Esto es debido a los cambios repentinos de temperatura y el ambiente más seco propio del verano, lo que produce modificaciones en los sistemas de defensa e inflamación del sistema faríngeo.
Faríngitis: qué es y síntomas
La faringitis se produce por la hinchazón de la parte posterior de la garganta, la zona de la faringe, entre las amídgalas y la laringe.
La mayor parte de los casos se dan en los meses más fríos del año, aunque también en verano por la exposición prolongada al aire frío procedente de estos aparatos. Se trata de dolor de garganta, acompañado de carraspera e incluso dolor al tragar.
Los síntomas pueden ser los siguientes:
- Inflamación
- Dolor o molestia en la garganta
- Picazón
- Sensación de quemazón
- Tos
- Menos frecuentes como fiebre, escalofríos o dolor de cabeza