La ONU ha alertado del riesgo real de contagio de la epidemia de ébola más allá de la República Democrática del Congo después de la muerte de una segunda persona en Gomá, y ha pedido que se incrementen los esfuerzos para combatir esta enfermedad que surgió hace justo un año y que ya ha matado a más de 1.800 personas.
Un año de epidemia: casi 2.700 infectados de los que más de 1.800 han muerto, lo que supone una tasa de mortalidad superior al 65%.
El brote de ébola está concentrado en dos regiones al este de la República Democrática del Congo que hacen frontera con Uganda y Ruanda, y donde la violencia concentrada de varios grupos armados está haciendo muy difícil el control sanitario de la epidemia.
El salto a la ciudad de Gomá, de un millón de habitantes y donde ya se han registrado dos muertes, justifica la declaración de emergencia de Salud Pública Internacional por parte de la OMS hace dos semanas.
El coordinador de Médicos Sin Fronteras en Gomá ha asegurado que el brote está lejos de estar controlado: "se puede decir que la epidemia está lejos de ser controlada y el riesgo de que gente infectada pueda llegar a los países vecinos existe".
Por primera vez se está utilizando una vacuna que pueda controlar la expansión del virus. A pesar de su eficacia, este es ya el segundo brote más intenso y letal de la historia.