La Guardia Civil recibió el pasado sábado por la tarde un aviso del 112 sobre el hallazgo de un cadáver en el río Ebro. Agentes de este cuerpo que se desplazaron a la zona constataron que la víctima presentaba disparos por arma de fuego y le habían amputado las manos.
La Guardia Civil mantiene un amplio operativo en la zona para buscar pruebas científicas que permitan identificar a la víctima, al autor o autores de este asesinato o los motivos que han provocado esta muerte con extrema violencia. El juzgado de guardia de Tortosa se ha hecho cargo del caso y ha decretado el secreto de sumario.