Una joven sevillana ha sido puesta de 'patitas en la calle' porque su perro ronca y molesta a los vecinos. Según informa el Diario del Ibiza esta joven se trasladó a Sant Antoni para trabajar temporalmente para limpiar barcos.
Se trata de la segunda vez que la sevillana acude a la isla de Ibiza por motivos de trabajo y en esta ocasión quiso instalarse con tiempo suficiente antes de comenzar a trabajar el próximo día 29. Cuál fue su sorpresa el pasado viernes cuando al regresar de dar un paseo por la playa con su bulldog francés encontró todas sus cosas amontonadas en la puerta y cambiada la cerradura de la casa en la que había alquilado una habitación.
El Diario de Ibiza asegura que esta joven informó previamente a la casera de que se instalaría con su perro y en principio no hubo problemas. La joven cree que, según recoge el rotativo citado, que el verdadero problema es que Nano, su perro, molesta a la propietaria de la casa que tiene otros dos perros.
Al parecer la joven ha puesto una denuncia y reclama que la propietaria se ha quedado con 400 euros que adelantó por el alquiler más otros 400 en concepto de fianza y que además le han desaparecido 100 euros más que tendría guardados en un sobre dentro de una maleta.