Siete de cada diez casos de acoso escolar detectados por este teléfono llevaban produciéndose meses e incluso años. La mitad de las victimas ha reconocido que sufría vejaciones prácticamente a diario.
En la mayoría de casos de acoso -ocho de cada diez- lo comunicaron los padres de las victimas porque apenas el 4% de las victimas se ha atrevido a denunciar. Tardan hasta dos años de media en pedir ayuda desde que comenzó el problema.
La Fundación ANAR gestiona este servicio, una veintena de profesionales atiende el teléfono 900 018 018 contra el acoso escolar.
Las llamadas al teléfono del Ministerio durante el último año han disminuido de 25.366 a 12.799, pero esto se debe a que varias comunidades autónomas han puesto en marcha su propio servicio.
Casi la mitad de las víctimas -el 46%- tenía entre 10 y 13 años, mientras que el 17% eran más pequeños, de entre 8 y 9. El 49% de las posibles víctimas eran chicas, frente al 48% de los chicos.
En el caso de los acosadores -el 30% tenía entre 11 y 13 años- la diferencia por sexos es mayor. Los chicos suponen un 39% (individualmente y en grupo) frente al 25% de niñas.
El tipo de acoso más común es el insulto, según reflejan el 39% de las llamadas. En el acoso físico, el 64% sufrió golpes y empujones.
En el ciberacoso, ocho de cada diez afectados denuncia insultos y risas a través de las redes.