Todos somos candidatos a padecer un melanoma, ya que buena parte de nuestra vida está expuesta al sol y no siempre tomamos las precauciones necesarias. Sin embargo el riesgo se ve incrementado con algunos factores como tener la piel muy blanca, que nunca se broncea, más de 50 lunares repartidos por el cuerpo, antecedentes personales o familiares de cáncer de piel o estar inmunodeprimido.
Tampoco hay que olvidar que el daño producido por la exposición al sol es acumulativo, la piel tiene memoria y se calcula que el 80% de la radiación solar que llega a nuestra piel se capta antes de los 18 años. Los niños reciben tres veces más radiación ultravioleta que los adultos. Por eso es imprescindible el uso de medidas fotoprotectoras, sobre todo ropa, sombreros o gorras y cremas solares, recordando siempre la finalidad de estas lociones no debe ser nunca prolongar el tiempo de exposición.
El método ABCD
Por supuesto es indispensable la auto exploración, vigilar la aparición de manchas o lunares o su alteración. Una mancha solar no debe picar ni sangrar y los dermatólogos recomiendan acudir a ellos con una regla nemotécnica: ABCD, que responde a las preguntas: ¿es Asimétrica? ¿presenta Bordes irregulares? ¿ha cambiado de Color? ¿ha aumentado de Diámetro?
En España se producen cada año 4000 nuevos casos de melanoma. En toda Europa la incidencia supera los 3,5 millones de pacientes y más de 22.000 europeos mueren cada año a causa de este tumor. En los últimos años, la tasa de algunos tipos de cáncer de piel se han duplicado o triplicado en España.