Los atacantes viajaban en el piso de arriba del autobús y han encendido dos botes de humo al llegar a la parada del Puerto Olímpico. Es un ataque que desde el Gobierno de Colau califican como "simbólico".
El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, afirma que "es una iniciativa simbólica que no ha generado incidentes". Por su parte del líder del PSC, Jaume Collboni, asegura que ante estos ataques, el Gobierno de Colau el año pasado estuvo "ausente".
"No hay que minimizar ningún tipo de actuación, por simbólica que sea, que atente contra la seguridad de los ciudadanos de Barcelona, de los turistas que nos visitan y mucho menos del transporte público".
También Alberto Fernández Díaz, líder del PP en Barcelona, pide a Colau que persiga a los autores para que no haya impunidad de sus actos.