El asesinato de ocho periodistas y dibujantes del Charlie Hebdo es el ejemplo más visible del cambio de tendencia en 2015 y situó a Francia entre los países más mortíferos para ejercer la profesión, aunque a la cabeza siguen Iraq y Siria.
28 periodistas murieron en ambos países el año pasado, otros 36 fueron secuestrados, ya que organizaciones como el Daesh utilizan las capturas de informadores extranjeros para pedir rescates.
La presidenta de Reporteros Sin Fronteras, Malén Aznárez, ha recordado que la mayoría de las víctimas son periodistas locales.
El informe también destaca la represión en países como Egipto, con 22 periodistas en prisión, es después de China la mayor cárcel del mundo.