Alejandro Portes, nació hace 74 años en La Habana, pero desde poco más de la veintena se nacionalizó estadounidense donde ha hecho buena parte de su carrera académica. Es profesor emérito de la Universidad de Princeton.
Entre sus estudios, se encuentra un diagnóstico en el que entrevistó a 5.000 niños repitiendo la entrevista en la adolescencia y señaló que la llamada segunda generación se integraba bien en la sociedad estadounidense, pero también detectó un riesgo de inadaptación en los hijos de migrantes ilegales.
El fallo del jurado señala que, a través de conceptos novedosos, como los de enclave étnico e disgregación segmentada, Portes ha esclarecido las condiciones bajo las que los flujos migratorios pueden ser beneficiosos, tanto para los inmigrantes como para los países de acogida.