Francia sigue conmocionada por la desaparición de Émile, un niño de dos años al que se le perdió la pista el pasado sábado en Haut-Vernte, una pequeña aldea de 25 habitantes situada en los Alpes franceses.
El pequeño Émile escapó a la vigilancia de sus abuelos la semana pasada. Fue visto brevemente en la calle y después no se volvió a saber nada de él. Un importante operativo oficial, ya suspendido, no ha logrado encontrarle.
En el operativo de búsqueda se han utilizado helicópteros, drones, perros rastreadores y cientos de voluntarios para complementar a gendarmes, además de bomberos. A pesar de ello, no se han encontrado pistas del pequeño en la búsqueda por la comarca.
El fiscal del caso ha señalado que todas las hipótesis están abiertas. Y ahora, un agricultor ha apuntado que el niño podría haber sido atropellado por una cosechadora. Una posibilidad que no "es tan rara", ha señalado el hombre en declaraciones en el Mirror.
"A veces, encontramos ciervos. El pequeño pudo haber terminado en la hierba alta y haber sido golpeado por una máquina agrícola. Eso sería terrible", ha explicado.
Cierran las visitas a la aldea del niño para evitar a curiosos y morbosos
La pequeña aldea del niño ha cerrado el acceso a personas a la población durante este fin de semana para evitar la llegada de curiosos y morbosos, anunció su alcalde.
La medida, que se aplicó hasta la noche del lunes, prohibía "el acceso a toda persona a Haut-Vernet, igualmente a los vehículos".
La aldea, situada en las montañas del sureste, no ha recuperado la calma tras la desaparición y la llegada de curiosos "no aporta nada", por lo que hay que evitar "este trasiego de gente", añadió el regidor.
Además, el fiscal que sigue el caso, Rémy Avon, alertó de que se han creado en internet varias iniciativas de recogida de fondos que no tienen nada que ver con la familia del pequeño. Por ello, las autoridades han emprendido una investigación por presunto delito de estafa, señaló Avon al canal BFM.