Andrés tiene 65 años y hace ocho que llegó a Alcohólicos anónimos. Pero su dependencia empezó hace ya quince años. Comenzó muy joven a trabajar en una empresa con gente más mayor y para conseguir integrarse, bebía con sus compañeros.
Sin darse cuenta cruzó la línea roja, pasó de ser un bebedor social a un adicto, necesitaba del alcohol para vivir. Andrés dice que lo primero es aceptar que tienes una enfermedad y entonces decidió acudir a las terapias de grupo de alcohólicos anónimos.
Gabriel Rubio es el jefe del servicio de psiquiatría del Hospital 12 de octubre de Madrid. Cuenta que en España hay un millón y medio de alcohólicos y solo 500.000 están en proceso de recuperación. De cada 10 alcohólicos, 4 son mujeres. Un porcentaje que ha aumentado. Rubio asegura que la recuperación es un camino difícil.
Los asistentes a las terapias en grupo se ayudan mutuamente a superar su adicción. Como Andrés, que sigue yendo para tender la mano a aquel compañero que acaba de llegar y le necesita, como hicieron con él.