Los trabajos han comenzado a las siete de esta mañana, después de que los equipos de rescate llevan horas succionando la tierra bajo la que podría encontrarse el niño de dos años, y dado que las máquinas empleadas han encontrado una masa compacta que no se puede sacar, a unos 73 metros de profundidad.
La subdelegada del gobierno ha explicado que ésta es la alternativa más segura de las tres posibilidades que se barajan y que las otras dos, la apertura a cielo abierto y la creación de un túnel paralelo al pozo donde cayó el pequeño, se consideran menos seguras, aunque no están descartadas.
Hay tres factrores condicionantes en el operativo, ha dicho Gámez: la seguridad del pequeño, emplear el menor tiempo posible y la orografía del terreno, que dificulta los trabajos.