Ernesto de Hannover ha vuelto a ser noticia. El pasado mes de marzo, el noble era condenadopor el tribunal de Austria a 10 meses de prisión condicional y se le prohibía volver a probar el alcohol. Se le culpaba de insultar, amenazar y agredir a agentes de policías y otras personas en estado de embriaguez. Los hechos habían sucedido el pasado verano. Además, la sentencia le obligaba a vivir fuera de su residencia habitual en Grünau im Almtal.
Problemas de alcoholismo
Sus problemas con el alcohol han sido un continuo vaivén en su vida, por eso, tras el fallo del tribunal regional de Wels, el que fuera marido de Carolina de Mónaco (separados desde 2008, aunque no han firmado papeles de divorcio) decidió por voluntad propia internarse en un centro de desintoxicación ubicado en Altaussee (Austria) siguiendo las órdenes del juez. Tras un mes siguiendo el estricto programa, parece ser que el noble 'se ha escapado' de fiesta unos días a Ibiza con algunos amigos. Se le ha visto en algunos chiringuitos de playa por la isla balear.
Por lo visto, Ernesto de Hannover ya había hecho otras escapadas a hoteles en los alrededores del centro de rehabilitación en busca de alguna cerveza. Al príncipe alemán le está costando adaptarse al riguroso régimen de la clínica, que no es otra que Vivamayr, un fabuloso resort de lujo conocido por haber tratado a otras celebridades como Kate Moss o Rebel Wilson. El aristócrata habría escogido este centro por encontrarse a hora y media en coche de su casa de Grünau.
Centro de desintoxicación de lujo
La estancia en el centro médico son 5000 euros semanales y su plan comienza despertándose a las 6:30 de la mañana, seguido por la ingesta de infusiones y bebidas depurativas y vitaminadas, además de seguir una serie de terapias que ayudan al proceso de limpieza del cuerpo. El noble esperaba poder aumentar de peso en la clínica, ya que ha llegado a pesar 43 kilos debido al estrés, según informa la televisión alemana. Esta cifra preocupaba bastante al tratarse de un hombre de 67 años de 1,80 metros de altura.
No habrá ninguna repercusión
Aparentemente, su 'fuga' no tendrá consecuencias judiciales. Ernesto de Hannover está tentando a la suerte, ya que en la última condena se arriesgaba a una pena de tres años de prisión, pero que finalmente fueron reducidos a solo diez meses de libertad condicional siempre que respetase las directrices impuestas por el juez.Rodeado de polémica
Numerosos altercados son los que le han llevado a esta situación. El primero de ellos tuvo lugar el 15 de julio, cuando el aristócrata insultó, amenazó y agredió a policías austriacos que se presentaron en su casa, por lo que tuvieron que reducirlo ly enviarlo a un hospital psiquiátrico durante esa noche. Esa misma semana tuvo otro encontronazo con la policía. La Fiscalía registró una denuncia suya por violencia policial a los cinco días del primer incidente, pero nuevamente tuvo que ser detenido tras amenazar a dos agentes con un bate de béisbol. El último revuelo tuvo lugar en un edificio residencial perteneciente a la Fundación Duke of Cumberland a principios de septiembre, donde rompió una ventana, amenazando e intimidando a un par de trabajadores. Estos altercados forman parte de la innumerable lista de escándalos protagonizados por el aristócrata, la mayoría en estado de embriaguez.