Desde la puesta en marcha de este plan, el ritmo de captación de voluntarios ha sido creciente con una media de 3.000 al mes. Ser donante de médula supone sólo un análisis de sangre y, de encontrarse un caso compatible, el proceso es una intervención quirúrgica de bajo riesgo.
Según uno de los donantes, "es muy gratificante para ti mismo porque realmente es algo que a ti no te cuesta nada y que sabes que va a brindar la posibilidad a un tercero de vivir otra vez, no necesitas que te dé las gracias por eso".
Según datos de la Sociedad Española de Hematología, actualmente en más del 90% de los casos se encuentra un donante compatible en un tiempo medio de 36 días.