Se trata del primer caso que se conoce en el que España rechaza inscribir en el Registro Civil de Georgia a un nacido a través de un vientre de alquiler, según consta en el certificado expedido ayer por el Consulado de España en Ankara (Turquía), el más cercano a Georgia, donde no hay representación diplomática española.
La inscripción de los recién nacidos en el Registro Civil del Consulado español en Ankara es el paso necesario para que los bebés obtengan la nacionalidad española y puedan entrar en España.
En ese certificado, al que ha tenido acceso Efe, el encargado del Registro Civil Consular en Ankara argumenta que la denegación se basa en la Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, que considera "nulo de pleno derecho el contrato por el que se convenga la gestación, con o sin precio, a cargo de una mujer que renuncia a la filiación materna a favor del contratante o de un tercero".
Una ley que también establece, según detalla el certificado, que la "filiación de los hijos nacidos por gestación de sustitución será determinada por el parto" y que "queda a salvo la posible acción de reclamación de la paternidad respecto al padre biológico".
"Los padres están destrozados, no esperaban esto, aunque había sospechas", reconoce a Efe Alberto Díaz, el codirector de la agencia Surrobaby, que ha tramitado el caso de este matrimonio y que está pendiente de otra veintena de procesos de parejas españolas que han acudido a Georgia para obtener un bebé mediante gestación subrogada.
Y desconfiaban, añade, después de que el pasado verano el consulado español en Ucrania -otro de los países en los que es legal y menos caro conseguir un recién nacido a través de un vientre de alquiler- "amenazara" con rechazar la inscripción del primer hijo de españoles nacido por esa técnica, aunque finalmente se han ido inscribiendo "con normalidad".
"En esto de la gestación subrogada, a Ucrania se le ha tratado siempre como un país de segunda, pero es que Georgia ya es de tercera", critica Díaz, que lamenta que en todo el escrito del Consulado "en ningún momento se menciona el bien del menor" y reprocha que se esté dejando a un hijo de español sin nacionalidad, "ni una ni otra".
El matrimonio ha iniciado hoy mismo los trámites para solicitar la nacionalidad georgiana del recién nacido "porque ahora es apátrida" y no pueden salir del país con él, una condición que "en principio no es difícil de conseguir" y que puede tardar alrededor de un mes y medio.
"Una nacionalidad que los padres no quieren para su hijo y que les están imponiendo para poder sacarlo del país porque, si al menos el Consulado les diera un salvoconducto para abandonar Georgia y llegar a España, aquí podrían iniciar todo el trámite", advierte Díaz.
Con esa nacionalidad, la pareja podría viajar a España con el bebé por un plazo de tres meses sin necesidad de tener un visado y en ese tiempo comenzar el procedimiento de filiación paterna, en el que se practicaría una prueba de ADN para iniciar después el proceso de adopción.
Para el codirector de la agencia, con las decisiones adoptadas en Ucrania y en Georgia en estos casos de gestación subrogada se está cometiendo una "discriminación" entre españoles "sin motivo alguno". Tras enumerar las "excusas" del consulado en Ucrania el pasado verano -primero esgrimieron que la ley de protección de datos les impedía cumplir el trámite y después argumentaron que existía el riesgo de tráfico de niños-, Díaz asegura que este caso se ha denegado "única y exclusivamente" por ser un bebé nacido mediante gestación subrogada: "no hay ni un motivo más", concluye.