De los diez veranos más cálidos de la serie, nueve pertenecen al siglo XXI. En la España peninsular, la temperatura media ha sido de 23,1 °C, valor que queda 1°C por encima de la media de esta estación. El verano tuvo carácter muy cálido en la mayor parte de la España peninsular e incluso extremadamente cálido en zonas del interior. En Baleares ha sido cálido o muy cálido, mientras que en Canarias tuvo un carácter variable.
A pesar de que el verano comenzó con un junio frío, julio fue muy cálido y agosto extremadamente cálido. De hecho, el bimestre julio-agosto solo fue superado en temperaturas por el de 2022.
Olas de calor
A lo largo del verano se han registraron dos olas de calor. La primera transcurrió entre el 18 y 20 de julio, y llegó a afectar a 11 provincias. Más importante fue la ola de calor registrada entre el 23 de julio y el 12 de agosto, llegando a afectar a 31 provincias en su momento de mayor extensión. Además, tuvo una duración de 21 días, convirtiéndose así en la segunda ola de calor más larga en España de la serie histórica, tan solo por detrás de la ola de 26 días de duración registrada entre junio y julio de 2015.
Un verano también más húmedo de lo normal
El sexto verano más lluvioso del siglo, aunque la distribución de las precipitaciones fue irregular tanto temporal como espacialmente: junio fue muy húmedo, julio muy seco y agosto húmedo. Especialmente, el verano ha sido muy lluvioso en zonas del centro de la Península e interior del Levante, mientras que en Galicia, Andalucía y Canarias fue muy seco.
Predicción para el otoño
La predicción estacional para el trimestre octubre-noviembre-diciembre, aproximadamente coincidente con el otoño astronómico, muestra como escenario más probable el de temperaturas superiores a lo normal en todo el país, con mayor probabilidad cuanto más al sur y este de la Península, y en Baleares.
En cuanto a las precipitaciones, con incertidumbres, el escenario más probable es el de un otoño con menos lluvias de lo habitual en el oeste de la Península y en Canarias. En el resto del país, hay una probabilidad similar de que el otoño sea más lluvioso de lo normal que de que sea más seco.