La congelación es una técnica muy útil para alargar la vida de los alimentos, ya que evita la descomposición y el crecimiento de bacterias y otros microorganismos, lo que permite que se mantengan frescos durante un periodo largo de tiempo. Sin embargo, en algunos casos, este método es perjudicial debido a cambios en la calidad, el sabor y la textura de los productos.
A continuación, descubre qué comidas no debes congelar nunca:
- Alimentos con alta acidez
Este tipo de comidas, entre las que se encuentran las frutas cítricas, el vinagre o los zumos, no pueden ser congelados, puesto que la acidez puede provocar cambios en la textura y sabor de los alimentos, además de ser una sustancia que puede agilizar la descomposición y facilitar la aparición de bacterias.
- Alimentos con alta concentración de azúcar o sal:
Tanto el azúcar como la sal pueden afectar a la estructura celular de los alimentos si se congelan. Por ello, aquellos que tengan una alta concentración, como los dulces, no son adecuados para la congelación.
- Alimentos con alto contenido de agua
Algunos vegetales como pueden ser la lechuga, los pepinos o los tomates, presentan un alto contenido en agua, algo que no es beneficioso si lo que quieres es congelarlos. Y es que, someterlos a esta técnica no solo va a alterar su aspecto, sino que va a hacer que pierdan propiedades relacionadas con la textura y el sabor.
Mientras tanto, tampoco es recomendable congelar la fruta, especialmente si contiene entre el 84 y 92% de agua, porque se forman cristales de hielo dentro de estos alimentos.
- Alimentos con cremas o salsas
Al igual que muchas verduras no se deben congelar, tampoco hay que hacerlo con sus cremas. A su vez, hay salsas como el alioli o la mayonesa, que resultan ser muy delicadas, sobre todo si se preparan con harina, huevo o nata. Por ello, se aconseja mantenerlas en la nevera, de lo contrario, se cortarían o perderían sus propiedades.
No obstante, hay ciertas salsas que no se dañan al someterse al proceso de congelación, entre ellas, la bechamel, que aunque puede llegar a perder su textura, sigue siendo comestible.
- Alimentos crudos con cáscaras o pieles
Durante el proceso de congelación, la piel de los productos con cáscaras, como la de los huevos, las patatas o los plátanos, impiden que entre el frío en el interior del alimento, lo que causa cambios en su calidad y textura. Además, la piel también puede servir como una barrera que no permite la penetración de oxígeno, acelerando así su descomposición.
En general, es importante seguir las recomendaciones de congelación para mantener la calidad y seguridad de los alimentos congelados.
Otros métodos de preservación de alimentos
Si no puedes congelar tus alimentos, utiliza otros métodos de conservación. Estos son algunos de ellos:
- Calentamiento: llevar a cocción, ebullición o pasteurización, las leches y otros productos, sirve como método de conservación.
- Deshidratación o secado de alimentos: se trata de eliminar el agua de un alimento para impedir la actividad microbiana y reducir la actividad enzimática.
- Encurtido: sirve para las carnes, pescados y vegetales, a los que solo les debes echar sal y vinagre para mantenerlos.
- Enlatado: consiste en esterilizar y cerrar herméticamente el envase del alimento.
- Refrigeración: es un proceso en el que hay que mantener los alimentos a una temperatura menor a la del medio ambiente.