Daniel Sancho ingresó en la prisión de Koh Samui el pasado lunes y, aunque permanece aislado como protocolo por el Covid-19, el reloj de la justicia ya ha empezado a correr. A partir de entonces, las autoridades de Tailandia tienen un plazo de 84 días para terminar la investigación, elaborar un primer informe y entregárselo al fiscal. Después, comenzaría el juicio.
La resolución del caso y la confesión de Sancho se produjeron en tiempo récord, en parte, por la colaboración que desde el principio mostró el hijo de Rodolfo Sancho. El empresario culinario fue el principal sospechoso y en poco tiempo confesó el asesinato de Edwin Arrieta, así como su desmembramiento.
Aún así, la Policía de Tailandia asegura que tiene pruebas suficientes para acusar a Sancho de asesinato premeditado. Pero, ¿cuáles son esas pruebas?
La compra que realizó Daniel Sancho
Poco después de llegar a Tailandia -donde se reuniría con Edwin Arrieta-, Daniel Sancho fue al supermercado a realizar una compra. Entre los enseres que adquirió destacan un cuchillo, una sierra, bolsas de basura, un saco fertilizante, una lona, guantes, esponjas y detergente.
Según la investigación de la policía, en una de las bolsas donde estaban los restos de Arrieta, encontraron un recibo de la tienda a la que luego acudieron. Al revisar las cámaras, vieron al chef colocando todos los objetos en la caja para pagarlos.
El kayak que alquiló por mil euros
Una vez cometido el crimen, Sancho, presuntamente, acudió a la playa con la intención de alquilar un kayak, remar mar adentro y arrojar las bolsas con los restos de Edwin. Según publican varios medios de comunicación, la encargada del alquiler en ese momento le dijo que ya habían cerrado, pero él colocó mil dólares encima del mostrador, por lo que al final sí le prestaron el kayak.
Las autoridades de Tailandia lo han requisado como prueba y actualmente está en la playa, a pocos metros del hotel donde cometió el crimen, pero rodeado por un cordón policial.
El vertedero en el que arrojó los restos
Aunque gran parte de los restos fueron arrojados al mar, Sancho sí arrojó algunos al vertedero, junto con alguna de las pruebas. El propio acusado llevó a los agentes a los contenedores donde había tirado las evidencias y ahí encontraron pruebas de ADN de los restos del cirujano colombiano.
Pruebas halladas en la habitación del hotel
La Policía acudió a la habitación del hotel donde ambos estaban alojados para recabar pruebas. Allí presuntamente, Sancho cometió el crimen y después de hacerlo, limpió en profundidad la habitación. Las autoridades, sin embargo, hallaron muestras de tejido, grasa y pelo.
Las cámaras de seguridad del hotel
No sólo las cámaras del supermercado grabaron a Daniel Sancho comprando los materiales, sino que las cámaras del hotel le grabaron siendo el último en salir de la habitación. Asimismo, se le grabó yendo en su moto con una bolsa en la que, medios informan que podría llevar restos de Edwin.
Marcas en el cuerpo
Pero lo que realmente hizo que Daniel Sancho se convirtiera en el principal sospechoso no fue ninguna de estas pruebas, sino las marcas y arañazos con las que el chef acudió a la Policía a denunciar la desaparición de su compañero.