Echarse la siesta es una costumbre muy típica en nuestro país, pero, con el ritmo de vida actual, se ha convertido en un privilegio.
Después de comer es el momento que muchos aprovechan para descansar. Sin embargo, no debemos sobrepasarnos ya que corremos el riesgo de trastocar nuestro sueño nocturno.
¿Cuánto tiene que durar la siesta perfecta? A esta pregunta responde la coordinadora del grupo de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES), bióloga y máster en Biomedicina, María José Martínez, en una entrevista en el portal 'Infosalus'.
Cuánto tiempo debe durar la siesta
La experta en sueño comienza explicando que echarse la siesta es recomendable si lo necesitamos porque existe un déficit de sueño. La clave para que ese descanso sea beneficioso es su duración: de 10 a 40 minutos como máximo, nunca más.
"Lo ideal es que, si necesitamos la siesta, porque debemos tener claro que no tenemos por qué forzarla, no trae ningún beneficio si no la necesitamos, pero si la necesitamos es un descanso de unos 10 minutos, a nivel más físico, y lo más importante es que nunca pase de los 30 o 40 minutos. Esto en un adulto con un sueño que no es patológico, que duerme sus horas necesarias durante la noche, y que tiene un pequeño bajón postprandial después de la comida y puede necesitar ese descanso reparador", argumenta.
Explica que lo normal es necesitar dormir un poco justo después de comer porque aumenta la temperatura periférica y notamos somnolencia por el proceso de digestión, el bajón postprandial que ha mencionado.
Beneficios de la siesta
A parte de breve, la siesta debe ser reparadora. Si nuestro sueño por la noche ha sido deficiente o no ha sido de calidad dormir la siesta nos ayuda a "resetear" para acabar el día con el estado de alerta necesario para los trabajos que desempeñemos.
La doctora Martínez explica que las personas mayores sí necesitan la siesta porque su sueño está fraccionado, tienen menos horas de sueño, este es menos profundo y reparador, y necesitan fraccionarlo a lo largo del día. "Y sigue siendo lo ideal el que no supere los 40 minutos, aunque en algunos casos puede alargarse más. El sueño se divide en varios ciclos y fases y lo ideal es no completar un ciclo completo del sueño porque si no se lo quitamos a la noche. Si pasamos esos 40 min entorpecemos la conciliación del sueño de la noche", explica la miembro de la Sociedad Española del Sueño.
Con lo cual, continúa, la siesta será necesaria en aquellas personas con un sueño fraccionado, poco profundo, por algún tipo de trastorno o por la edad, como las personas de edades más avanzadas o los niños de menos de tres años, que tienen el sueño fragmentado en este caso porque su ritmo circadiano no ha madurado del todo.