Un estudio publicado este miércoles en la revista científica PLoS ONE encontró una relación entre la soledad y el aislamiento social y otros factores de riesgo de la demencia, como son los problemas cardiovasculares, la depresión o el abuso de alcohol.
El trabajo, desarrollado por investigadores canadienses y estadounidenses, analizó datos de miles de encuestas a pacientes sobre sus interacciones sociales y redes de apoyo.
El análisis descubrió que existe un alto nivel de correlación entre factores como el abuso de tabaco y alcohol, los problemas para conciliar el sueño o la falta de ejercicio -los cuales contribuyen al riesgo de sufrir demencia- y la soledad.
¿Cuál podría ser la mejor forma de modificar estos factores de riesgo?
Por ejemplo, realizar actividad física en grupo se relacionó en más de un 20% con una reducción en las probabilidades de sentirse solo, y en más de un 25% con una reducción de las probabilidades de no tener una red social de apoyo.
Otros factores, como la pérdida de visión, las enfermedades cardíacas o los trastornos depresivos, también se relacionaron con un mayor riesgo de sentirse aislado.
Los hallazgos llevaron a los científicos a asegurar que la soledad y el aislamiento, que son más fáciles de modificar que otros factores de riesgo de la demencia, podrían ser un buen objetivo de las intervenciones médicas o incluso políticas, en vista de las medidas de aislamiento durante la pandemia de Covid-19.