Cuando España se encuentra inmersa en la sexta ola de la pandemia, una investigación efectuada en Qatar con una muestra de 384.246 personas demuestra que la inyección de Moderna protege durante más tiempo que Pfizer frente a cualquier variante de la Covid-19. Y es que, aunque las vacunas han demostrado ser efectivas para prevenir la enfermedad grave y la muerte derivada del SARS-CoV-2, no evitan el contagio.
Además, según han demostrado varios estudios, la efectividad de estos fármacos va disminuyendo con el transcurso del tiempo, pero no lo hace al mismo ritmo.
La ventaja de Moderna frente a Pfizer
Pfizer y Moderna son dos tipos de vacunas desarrolladas con ARN mensajero para combatir las infecciones de Covid-19. Aunque puedan parecer inyecciones parejas, existen varias diferencias entre ambas que han quedado patentes a raíz de la reciente publicación de un estudio efectuado en Qatar.
Los resultados del estudio, publicados esta semana en la revista 'The New England Journal of Medicine', demuestran que las dosis de Pfizer pierden eficacia antes que las de Moderna: una disminución de la protección que se ha hecho evidente en esta sexta ola de contagios en la que el gran número de mutaciones de la variante Omicron ha aumentado su transmisibilidad. Y eso a pesar de que más del 90 por ciento de la población mayor de doce años ya ha recibido la pauta completa de alguna de las vacunas contra la Covid-19.
Los datos que arroja la investigación reflejan que las personas vacunadas con Pfizerse contagian un 44 por ciento más que aquellas inoculadas con Moderna. Habiendo analizado una muestra de 384.246 personas, el estudio concluye que en total se infectaron 878 individuos inmunizados con Moderna, frente a los 1.262 vacunados con Pfizer. No obstante, los efectos adversos de Moderna también son mayores.
Además, el estudio también demuestras que el riesgo de contraer la enfermedad aumenta a los seis meses del segundo pinchazo. Entonces, una de cada 168 personas vacunadas con Moderna podría ser susceptible de contraer el virus, pero con Pfizer el riesgo aumenta un 31 por ciento hasta situarse en un contagio por cada 119 personas.
En concreto, la vacuna de Moderna proporciona ciento veinte días después de la segunda dosis una eficacia equivalente a la que otorga Pfizer después de noventa días. A medio plazo, la diferencia es mayor: ciento ochenta días en la primera y ciento treinta días en la segunda. Un margen puede ser crucial para frenar los contagios en territorios concretos.
La importancia de la tercera dosis
A pesar de que Moderna también reduce el número de personas que necesitan cuidados intensivos (tres frente a siete de Pfizer), los científicos aseguran que "ambas vacunas indujeron una fuerte protección contra la hospitalización y la muerte por Covid". Por ello, aunque el estudio no menciona a la variante Ómicron ni incluye los efectos de la dosis de refuerzo, la comunidad científica insiste en la importancia de recibir la tercera dosis, sobre todo, en el caso e las personas de riesgo
En cualquier caso, la elección entre una vacuna u otra, tanto para las dosis de primovacunación como para la inyección de refuerzo, no depende del paciente, sino de la disponibilidad de ellas en cada punto de vacunación.