La difteria es una enfermedad prácticamente erradicada en Europa y por ello no existe en los sistemas sanitarios reserva de antitoxinas. Entre un 0,2% y un 0,4% de los españoles son portadores de la bacteria, aunque sean asintomáticos por la protección de la vacuna, aunque eso no excluye que puedan contagiarla. De ahí el riesgo de quienes deciden no vacunar a sus hijos.
El caso de Olot no es el único que se produce en Europa en los últimos años, como ha contado a Onda Cero el secretario general de Sanidad, Rubén Moreno. "Alemania ha tenido ocho casos, mientras que Grecia y Reino Unido, seis. Holanda ha tenido uno, Francia, cinco y Letonia ha llegado a los 29 casos", ha afirmado Moreno.
Moreno no descarta que la decisión europea salte también a la OMS y recuerda la importancia, no sólo de la vacunación en niños, sino también de los recuerdos de difteria y tétanos que deberían ser administrados cada diez años.