Cada vez nos comunicamos más por mensajes de texto, pero la realidad es que esta vía de comunicación puede llevar en muchas ocasiones a malentendidos. Y en muchas ocasiones, no son las palabras del mensaje las que hacen que el receptor malinterprete el significado, como pueden ser los errores tipográficos y las correcciones automáticas, sino la puntuación, ya que al ser una comunicación coloquial olvidamos utilizar con corrección el sistema de puntuación.
No es lo mismo decir "¡Gracioso!", que "Gracioso", la diferencia es considerable. Pero, por otro lado, es extraño usar punto final de frase si vamos a dar una respuesta de una o dos palabras, ya que queda muy formal, e incluso puede dar la sensación de excesiva seriedad u hostilidad. Así lo explica en la CNBC, Daniel Post Senning, experto en protocolo social y habilidades sociales.
Otro factor curioso es el uso de los emojis. Actualmente, si conversamos con una persona por WhatsApp, Telegram o alguna plataforma de chat, es extraño no usar estos elementos de expresión. Al igual que un uso excesivamente correcto de los signos de puntuación, la falta de utilización de emojis puede denotar que nuestro interlocutor no está del todo cómodo o la conversación es muy seria.
Aunque sin duda el lenguaje es muy interpretativo, cada persona crea su propio lenguaje de expresión, y las normas de comunicación pueden variar significativamente entre diferentes culturas y personas.
El tono a la hora de expresarnos
Otra herramienta que se debe utilizar con moderación en este tipo de comunicación es el humor, ya que el tono, algo que no se puede transmitir mediante texto, es crucial para que se interprete correctamente.
Elementos como los emojis, o la misma puntuación, pueden ayudarnos a matizar y complementar el tono de nuestras afirmaciones para que puedan comprenderse con más claridad. De la misma manera que ahora mismo existen otros elementos como los Stickers o los GIFs, que nos ayudan a enfatizar lo que queremos transmitir.
El ritmo de la conversación
Está claro que si una conversación es cara a cara, las personas pueden ajustar su comunicación en tiempo real basándose en las reacciones del otro, en cambio, si la conversación es en WhatsApp puede haber un retraso en las respuestas, lo que impide esta dinámica de ajuste continuo y puede llevar a malentendidos.
Además, las personas pueden tener diferentes expectativas sobre la rapidez de las respuestas y la forma de comunicarse en estas plataformas de chat. Por ejemplo, una persona puede sentirse ignorada si no recibe una respuesta rápida, mientras que la otra puede no considerar necesario responder de inmediato.
Sin duda, lo mejor a la hora de comunicarnos sobre un tema serio o si surge algún tipo de malentendido, es intentar aclararlo en persona, a través de una videollamada o incluso realizando una llamada telefónica.
