El controvertido empresario José María Ruiz-Mateos, fundador la sociedad Rumasa que con el tiempo se convertiría en el primer grupo empresarial español y que fue expropiado en 1983, ha fallecido hoy a los 84 años tras una fractura de cadera en la localidad de El Puerto de Santa María (Cádiz).
Familiares y amigos de Ruiz Mateos han acudido durante la tarde a la residencia "Hermanitas de los Pobres" de este municipio gaditano, en la que la familia del empresario ha decidido instalar la capilla ardiente para una despedida en la intimidad, antes de su entierro mañana en su localidad natal de Rota.
El funeral será oficiado por el obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, en la iglesia Nuestra Señora de la O, donde la familia Ruiz Mateos dispone de un columbario en el que están los restos de la madre del empresario, que fue declarado hijo predilecto de esta localidad en 2006.
Nacido en 1931, Ruiz Mateos protagonizó una vida de fundación de imperios y tramas empresariales, disputas con la Justicia y una gran exposición mediática, que mucha veces alentó con disfraces y puestas en escena singulares, como patriarca de un clan familiar que se rompió en los últimos años de vida.
Las últimas noticias sobre su situación se publicaron el pasado junio, cuando entró en la prisión madrileña de Soto del Real por tres delitos contra la Hacienda Pública, y un día después fue llevado al Hospital Gregorio Marañón para ser ingresado, debido a su estado de salud.
Ruiz Mateos fue una figura polémica que despertó lealtades y odios de manera desigual, que llevó a la bancarrota a su "imperio" por medio de una auténtica ingeniería financiera y cuya muerte cierra ahora un ciclo y un "clan familiar", creado tras su matrimonio con Teresa Rivero, con quien tuvo trece hijos.