Es la forma de recordar y rendir homenaje a las más de 26.000 personas que han perdido la vida en esta crisis sanitaria que ha sido especialmente dura para sus familias. Muchas no han podido despedirse de sus seres queridos ni enterrarlos, lo que a día de hoy hace especialmente largo el duelo y el dolor.
Concepción Brandis perdió a su hermana con 54 años. Marichú era una luchadora, le estaba ganando la batalla al cáncer hasta que el coronavirus se la llevó. Hoy su familia pide justicia porque creen que su muerte se podría haber evitado.
Por otra parte, Julian estaba en una residencia y falleció a los 89 años en un hospital. Su hija Victoria Iglesias lamenta en Onda Cero la gestión que se ha hecho en las residencias en los últimos años.
Son solo dos nombres entre los más de 26.000 fallecidos por el COVID-19 en nuestro país. Dos historias muy distintas, pero con el mismo final: se han ido sin ser despedidos, sin sentir el calor de los suyos en sus últimos momentos, y los que se han quedado aquí hablan de una sensación de vacío indescriptible.
- Coronavirus España: datos actuallizados de nuevos casos y muertos y última hora de hoy