REPORTAJE

Las familias de los alumnos con discapacidad muestran su preocupación por la LOMLOE

La ley Celaá está poniendo sobre la mesa varios debates en el ámbito educativo. Uno de ellos es sobre la Educación especial y los centros que acogen a los alumnos con discapacidades.

En pleno debate sobre la educación especial, en Onda Cero nos hemos colado en un colegio madrileño: el Virgen de Lourdes de Majadahonda, para comprobar in situ cómo funcionan estos centros y qué aportan a los chavales. Allí no sólo reciben atención especializada, sino que, como nos cuentan Lucía Gutiérrez, su directora y Justo Alías Cita, jefe de estudios, empiezan a relacionarse de igual a igual.

Este centro concertado que pertenece a la Fundación Promiva cuenta en su equipo con neurólogos, psicólogos, logopedas y fisioterapeutas, entre otros profesionales, que diagnostican, tratan y acompañan a los chavales durante su etapa escolar.

Y todos coinciden en que si estos niños y adolescentes con discapacidad intelectual tuviesen que volver a la escuela ordinaria, se ralentizaría su evolución y su proceso madurativo e incluso podrían dar pasos atrás. En el hipotético caso de que tuvieran que regresar a un centro ordinario, advierte la fisioterapeuta Sonia Guerrero, el retroceso en el ámbito cognitivo y físico podría ser demasiado rápido.

Javier Cabanyés, que es neurólogo en la Clínica Universidad de Navarra, asegura que el diagnóstico temprano y el trabajo multidisciplinar de estos profesionales es clave en la evolución de cualquier alumno con discapacidad intelectual. Pero no todos necesitan lo mismo, porque cada chaval es un mundo.

En España hay 37.000 alumnos en centros de educación especial, públicos, concertados y privados y otros 230 mil chavales, que son el 82%, que estudian en centros ordinarios y que según van cumpliendo años se dan cuenta de que en clase se quedan atrás.

Con todo esto los padres no pueden ocultar su preocupación. Marta León, madre de un adolescente con discapacidad intelectual, cree que la inclusión significa en este caso exclusión. La verdadera segregación llegará, dice, si desaparecen este tipo de colegios.

Familias que confiesan estar molestas y desconcertadas con las modificaciones que introduce la LOMLOE para favorecer su inclusión en los centros ordinarios de aquí a 10 años, pero no contempla ninguna medida económica ni plan estratégico concreto.