El Instituto de Salud Carlos III estima que, entre el 1 y el 29 de julio, se han producido 9.687 muertes más de las esperadas para ese periodo, de las que 2.124 son atribuibles a las altas temperaturas, con un pico a mediados de mes que coincidió con la segunda ola de calor del verano. Esa cifra se compone de los fallecimientos por el calor de forma directa -golpe de calor- o, en mucha mayor proporción, indirecta -por agravamiento de patologías previas-, frente a las 554 que calculó para el año pasado.
En este sentido, en las farmacias podemos encontrar hasta 7.000 productos que exigen precaución con el calor. Si hablamos de fármacos o principios activos, encontramos una cifra de 680. Si consumimos estos medicamentos podemos agravar los efectos del calor.
¿A qué fármacos afecta el calor?
Es importante leer el prospecto de los medicamentos ante el aumento de temperaturas.
- Los fármacos diuréticos aceleran la deshidratación o pérdida de electrolitos.
- El caso de los antihistamínicos, antidepresivos o fármacos para el Parkinson pueden interferir con los mecanismos de regulación de la temperatura corporal
- Otros aumentan nuestra temperatura como algún antidepresivo, antipsicótico, antitusivos como dextrometorfano o el tramadol.
- Pueden interferir en la funcionalidad del riñón como los antiinflamatorios o antihipertensivos.
Recomendaciones y precauciones
Por todo ello, si consumes alguno de estos medicamentos, es recomendable seguir alguna serie de pautas:
- Una buena hidratación, beber sin esperar a tener sed. Como mínimo dos litros de agua al día, que serán más en caso de haber realizado práctica deportiva o sudado en exceso.
- Sigue indicaciones de tú médico y no tomes medicamentos que no te haya recomendado o recetado.
- Evita la exposición al sol en las horas centrales del día y utiliza ropa fresca.
- Sigue las indicaciones del farmacéutico y no dudes en preguntarle sobre las posibles interacciones del calor extremo con el fármaco adquirido
