El gobierno regional de la Comunidad de Madrid ya ha mostrado su desacuerdo a la intención del Gobierno central de que Madrid no pase a la fase 1 de la desescalada y se quede en una fase 0.5, tal y como ha pedido Cataluña para el área metropolitana de Barcelona. Consideran que es una decisión arbitraria y que hasta ahora el Gobierno no ha aportado ninguna razón técnica que impida a Madrid cambiar de fase.
Cataluña hizo esta petición al Ministerio de Sanidad, la de entrar en una fase intermedia, que supone relajar las medidas de confinamiento pero sin cambiar a la fase 1. Entre otras cosas, se pide que se puedan abrir los comercios sin cita previa, así como las bibliotecas y los museos con aforo máximo del 30%.
También se pide que los familiares puedan asistir a los velatorios, y se permita el acceso controlado a los centros de culto. No se contempla entre estas peticiones la apertura de las terrazas o visitar a familiares. Forman parte de las peticiones para esa fase 0.5 la apertura de centros educativos para tareas administrativas y de instalaciones deportivas. Los gimnasios seguirían cerrados.
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