Es un mes raro este febrero bisiesto que suma el día 29 a su calendario y un día más al año, para corregir el hecho de que la órbita de la Tierra alrededor del sol dura algo más de esos 365 días estándar. La acumulación de 5 horas y 49 minutos de más año a año, hasta sumar 23 horas y 16 minutos, fuerza este día extra cada cuatro años. La cuenta no es del todo exacta y esas diferencias se corrigen haciendo que no tengamos un año bisiesto cada cuatro, sino sólo aquellos divisibles por 400.
Es un mes que comienza con la luna en menguante y veremos como desaparece del cielo como luna nueva el día 9, viernes de carnaval. Coincide con la menor distancia a la tierra (358.088 kilómetros) lo que provocará mareas vivas más intensas de lo habitual. El sábado 24 llegará la luna llena, muy alta y ópticamente la más pequeña del año. Al día siguiente la luna estará en el apogeo, su máxima distancia a la Tierra.
En planetas apostamos por Venus y Júpiter
Los planetas son este mes esquivos. No se deja ver Mercurio, que alcanza su conjunción superior el día 28 de febrero y Venus, que es visible al final de la noche, al alba, va perdiendo altura porque se acerca también su conjunción con el sol. Aún así es el objeto más brillante del cielo con permiso de la luna. Mantiene una magnitud de -3,9 y comienza el mes en Sagitario para terminarlo en Capricornio.
Nos reencontramos con Marte, a partir del 20 de febrero, aunque con brillo muy débil antes del amanecer. Júpiter es la apuesta del mes, en Aries, sobre el horizonte sur suroeste, en la primera mitad de la noche con buen brillo de magnitud -2,3. Durante unos días nos acompaña también Saturno, al que perdemos el día 10, justo el día en que comienza el 4722 año chino. Año del dragón.
Camino de la primavera, febrero es el primer mes en que notamos de forma consistente cómo ganamos luz. El adelanto diario del amanecer y el retraso del atardecer conquistan, del primer al último día, 70 minutos de luz. El día 29 de febrero el día tendrá 11 horas y 11 minutos de luz.
Felices estrellas!