La primera vez que Felipe VI vino hasta Jesús de Medinaceli como Rey fue en 2018, llevaba apenas cuatro años como jefe del Estado. Y ha querido renovar esta devoción de la Familia Real desde hace más de tres siglos, en el año en que cumplirá su décimo aniversario en el trono. Pasadas las diez de la mañana, el Rey ha entrado en la Iglesia Basílica llena de fieles y ha ido saludando, casi una a una, a todas las personas que estaban en los laterales de la basílica en el pasillo hasta la imagen del Cristo.
Han transcurrido veinte años desde que el Rey vino a Medinaceli junto a Doña Letizia, algunas de las señoras que llevaban horas esperando a entrar en el interior, señalaban a Onda Cero que echaban de menos la presencia de la Reina también esta mañana. Con los acordes del himno nacional interpretado por el órgano, el jefe del Estado ha accedido al interior de la iglesia entre los aplausos de los devotos y al llegar a la talla se ha santiguado y se ha inclinado para besar el pie derecho. Le acompañaba Benjamín Echeverría, superior provincial de los frailes capuchinos, orden que custodia la imagen del popular Cristo.
Jesús de Medinaceli, de tradición milagroso
El Rey ha permanecido en silencio unos minutos ante la imagen. Cuenta la tradición, a Jesús de Medinaceli se le piden tres deseos de los cuales, al menos uno se cumple. La visita de Felipe VI ha durado unos veinte minutos, y se ha completado con un encuentro en la Sacristía con los padres capuchinos y algunos miembros de la Cofradía de Jesús de Medinaceli. Don Felpe llevaba el cordón con medalla de esclavo de honor que la hermandad le concedió en 2018.
A la salida de la basílica, muy próxima al Congreso de los Diputados, los varios de centenares de personas congregadas han aclamado al monarca, que se ha acercado a saludar directamente a algunas de ellas antes de subir al coche oficial para acudir a otro acto oficial, la entrega de las Becas Iberdrola.
En 2021 no hubo veneración al Cristo debido a la pandemia, pero en las tres últimas ocasiones ha sido la reina Sofía quien representó a la Casa Real y en 2019 fue la infanta Elena. Felipe VI besó por primera vez a la imagen en 1996, cuando tenía 28 años.
La talla de Jesús de Medinaceli data de la primera mitad del siglo XVII, fue realizada en un taller sevillano por encargo de los duques de Medinaceli. En 1682 se trasladó a Madrid después de que fuera recuperada de manos musulmanas. Se llevó a una pequeña ermita situada en lo que hoy es la Iglesia Basílica de Jesús de Medinaceli, y desde entonces hay tradición de ir a besar el pie del Cristo, el primer viernes de marzo, como muestra de devoción.
