El pasado verano ya se pudieron ver las consecuencias de las escasas precipitaciones que hubieron en España durante el año. Muchas ciudades se vieron obligadas a racionar el uso del agua, cortando esta durante tramos horarios en el día y forzar a la población a la compra de agua para hacer acciones rutinarias tan básicas como ducharse o hacer la comida.
El invierno ha terminado para dejar paso a la primavera y la sequía sigue igual o peor, según ha anunciado la Agencia Estatal de Meteorología. "Las precipitaciones estuvieron ligeramente por encima del promedio normal, pero no fueron suficientes para paliar la situación de sequía meteorológica", anuncian en suúltimo informe de sequía.
Leves precipitaciones
"Más allá del carácter ligeramente húmedo del invierno 2022- 2023, al analizar las precipitaciones registradas durante los 12 meses previos a marzo de 2023, se concluye que la España peninsular en su conjunto continúa en una situación de sequía meteorológica en la que entró hace más de un año, en enero de 2022", afirma la AEMET.
Aunque si se han podido ver lluvias a lo largo de todo el año, estas han sido leves en cuanto a lo que se necesita para prevenir o paliar la sequía. Por su parte, todas las cuencas de acumulación notaron una mejoría en el nivel del agua, excepto las cuencas de Tajo, Júcar y Segura, que ya a finales de febrero de 2023 se encontraban en sequía meteorológica.
La alerta de la AEMET
El problema del que alerta la AEMET es que la previsión para las primeras semanas de la primavera no va a mejorar en cuanto a lluvias. "Durante los próximos días, las borrascas circularán por latitudes superiores a las nuestras y su influyo únicamente se notará en Galicia y en zonas próximas", sostiene la AEMET.
Por su parte, "en Andalucía apenas se esperan precipitaciones y las que caerán lo harán de manera simbólica".
Aunque todavía son previsiones en las que se basan la Agencia Estatal de Meteorología, si se cumplen, estaremos ante el mes más seco de la historia, alertando así de una sequía de larga duración que estará más presente en la cuencas del Guadalquivir, sur y Pirineo Oriental.
En cuanto a los termómetros tendrán valores medios o serán más cálidos de lo habitual, de cara al verano de 2023, la primeras predicciones afirman unas temperaturas muy por encima de lo habitual y, esto hará que el riesgo de incendios sea alto.
Sequía en toda Europa
Según un informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, "la mayor parte del sur y oeste de Europa se ve afectada por anomalías sustanciales en la humedad del suelo y el caudal de los ríos debido a un invierno excepcionalmente seco y cálido".
También afirma que el equivalente de agua nieve en los Alpes se encuentra muy por debajo del promedio histórico, incluso más bajo que el del invierno de 2021-2022. Las consecuencias son una drástica reducción del deshielo a los caudales de los ríos en la región perialpina durante la primavera.
Países como Francia, España y el norte de Italia tienen preocupaciones en cuanto al sumisito de agua para uso humano, agricultura y producción de energía, ya que la sequía es algo visible.
Por ello, el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea sentencia que se requiere un estrecho seguimiento y planes adecuados del uso del agua para hacer frente a una temporada que actualmente tiene un alto riesgo de ser crítica para los recursos hídricos.