España está a punto de estrenar un nuevo escenario de transición en el control y vigilancia de la pandemia de Covid-19 que se centrará en los casos graves y en los entornos vulnerables, según informó el jueves la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Además, únicamente se ofrecerán los datos epidemiológicos dos días a la semana (martes y viernes) y los de vacunación los viernes.
¿Cuándo llegará el fin de la mascarilla en interiores?
En este escenario de desescalada, no es descabellado preguntarse cuándo la relajación de estas medidas supondrá el fin de otras que permanecen aún vigentes dos años después del inicio de la pandemia, como es la obligatoriedad de las mascarillas en espacios interiores.
Aunque durante las Jornadas del Sistema Nacional de Salud sobre Vigilancia en Salud Pública no se ha hablado de esta medida, la ministra Darias sí que afirmó que su fin "está cada vez más cerca". De hecho, son cada vez más las comunidades que lo piden: Madrid afirma que ha llegado la hora de empezar a plantearlo, mientras que Cataluña aboga por empezar una desescalada progresiva en los colegios.
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido también al tema en diversas ocasiones en las que ha asegurado que la ansiada medida llegará "muy pronto". Este mismo viernes, se refirió a esto durante su presencia en la cumbre informal de líderes de la UE en Versalles (Francia): "Esperemos que pronto", afirmó el mandatario, que confía en que este mes de marzo se logre rebajar aún más la incidencia del Covid-19 para que pueda adoptarse finalmente la decisión de eliminar la mascarilla en espacios cerrados.
Estas declaraciones se suman a las cada vez más voces de expertos que piden una relajación de esta medida y centrar la atención en los colectivos más vulnerables. Según varios de ellos, el Gobierno tendría como objetivo la Semana Santa de 2022, es decir, el próximo mes de abril, para decidir sobre una posible relajación de la mascarilla en interiores.
¿Se eliminaría su uso en todos los espacios cerrados?
Los expertos abogan por una reducción gradual de su uso para ver cómo afecta a la incidencia -si esta repunta, habría que volver a implantarla como ya se hizo con las mascarillas en exteriores-. Pero en cualquier caso, la eliminación de la medida no se produciría en todos los espacios interiores: algunos epidemiólogos piden que se mantenga en centros sanitarios, residencias o transporte público para proteger a los colectivos más vulnerables.
¿Dónde y quién puede prescindir actualmente de la mascarilla en interiores?
El Gobierno publicó una resolución en el BOE en la que suprimía el uso de la mascarilla en espacios al aire libre, mismo documento en el que se establecían cuáles eran las excepciones en las que se podía prescindir de ella en interiores. Son las siguientes:
- Personas enfermas con dificultades respiratorias: personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla, o que, por su situación de dependencia o discapacidad, no dispongan de autonomía para quitársela.
- Actividades incompatibles: en el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, su uso resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
- Residencias de mayores: en aquellos lugares o espacios cerrados de uso público que formen parte del lugar de residencia de los colectivos que allí se reúnan, como son las instituciones para la atención de personas mayores o con discapacidad, las dependencias destinadas a residencia colectiva de trabajadores esenciales u otros colectivos que reúnan características similares.
