La investigación se inició cuando un vecino de nacionalidad rusa de 59 años residente en la urbanización de La Nuza de El Campello, denunció un robo en su chalet de lujo "bastante peculiar", pues alegaba que dos encapuchados entraron a su casa para robar varias joyas y 60.000 euros en metálico, pero se dejaron dos carabinas, un revólver y munición que habían estado manipulando.
El denunciante, que a pesar de haber sufrido el robo de una gran cantidad de dinero "no estaba muy afectado", relató a la Guardia Civil que tanto el dinero como las armas eran de un amigo suyo que se encontraba en Rusia.
Los agentes, que se incautaron de las armas e investigaron al hombre por un supuesto delito de tenencia ilícita de armas, averiguaron que una de las carabinas había sido robada en Callosa d'en Sarrià, y que el resto de las armas ni siquiera estaban registradas en España.
Asimismo, resultó que el otro hombre, el supuesto dueño de las armas, tardó casi un año en regresar a España desde Rusia, ya que pensaba que si no volvía durante un tiempo la Guardia Civil se olvidaría de él y no lo detendría. No obstante, el mismo día de su vuelta dos agentes le estaban esperando a las puertas de su vivienda en El Campello, según un comunicado de la Benemérita.
Tras un registro encontraron nuevas armas: otro revólver, otra carabina (sustraída en Eslovaquia), una ballesta con poleas, una pistola HK de aire comprimido y varios cartuchos. También hallaron un contrato de préstamo personal firmado entre los dos rusos, a raíz del cual se descubrió que el robo había sido fingido para poder quedarse con el dinero, y que la cantidad sustraída ascendía a 90.000 euros, y no a 60.000 como había manifestado al principio. El hecho de dejar las armas ilegales y robadas a la vista no tuvo otro fin que el de derivar la atención hacia la otra persona, según las mismas fuentes.
Finalmente, la Guardia Civil de El Campello ha detenido al dueño del chalet por un presunto delito de tenencia ilícita de armas, un delito de receptación de arma sustraída, un delito de simulación de delito y un delito de apropiación indebida, y a su compatriota, de 66 años, por un presunto delito de tenencia ilícita de armas.
Tras pasar a disposición judicial, ambos han quedado en libertad con cargos, mientras que continúan las investigaciones sobre las dos carabinas sustraídas en Callosa d'en Sarrià y en Eslovaquia. El resto de las armas han quedado depositadas en la Intervención de Armas de la Guardia Civil.