Onda Cero ha podido acceder a una fotografía del rey emérito acompañado del príncipe heredero de Abu Dabi, Sheikh Mohammed, que se tomó hace unos días y que desmentiría los supuestos problemas de salud que se le han atribuido al monarca en las últimas horas.
En la imagen, se puede ver a Don Juan Carlos en una mesa junto al príncipe heredero de Abu Dabi, disfrutando de un café en un día soleado. Al contrario de las informaciones que se venían publicando, se puede ver al monarca en un buen estado de salud y con total normalidad.
La fotografía del rey emérito Juan Carlos I en Abu Dabi
La Casa Real desmiente los problemas de salud
En un escueto comunicado, la Casa Real ha asegurado que las informaciones aparecidas en las últimas horas respecto a un deterioro en la salud del rey emérito Don Juan Carlos "no tienen ningún fundamento".
Los comentarios comenzaron a raíz de un tuit de la periodista, Pilar Eyre, que aseguraba que el monarca se encontraba en estado grave, motivo por el cual se barajaba su traslado a España: "El Rey Juan Carlos está en estado grave y la Casa Real valora la posibilidad de su traslado a España".
Asimismo, publicaba también que los rumores comenzaron a raíz de la visita de las infantas Elena y Cristina a Abu Dabi para ver a su padre: "Sus hijas, Elena y Cristina, han sido de momento, los únicos miembros de su familia que se han desplazado a Abu Dabi".
La foto confirma su buen estado
No obstante, la instantánea -a la que ha podido acceder Onda Cero- desmentiría también dichos rumores, ya que en ella se puede ver al rey emérito disfrutando de un soleado día junto al príncipe heredero de Abu Dabi sin que se atisbe ningún problema de salud en absoluto.
Don Juan Carlos abandonó España a principios de agosto dirección Emiratos Árabes Unidos, donde ha permanecido hasta ahora. A principios de enero salió a la luz una fotografía en la que se le veía caminando con la ayuda de dos escoltas, lo que generó también especulaciones sobre un deterioro en su estado de salud.
Su salida de España vino precedida de la decisión de Felipe VI de retirarle su asignación personal como miembro de la Familia Real el 15 de marzo, cuando también anunció que había renunciado a cualquier posible herencia que le pudiera dejar su padre cuyo origen pudiera "no estar en consonancia con la legalidad".