La prohibición de la caza del lobo en toda España ha generado opiniones diversas y dispares, sobre todo por parte de los ganaderos de Galicia, Cantabria, Asturias y Castilla y León, que son las comunidades más afectadas por esta decisión, donde la persecución de este animal aún estaba permitida.
La decisión se ha tomado en la Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, a pesar del voto en contra de estas regiones, que ha decidido incluir al animal dentro del listado de especies en régimen de especial protección.
Las autonomías afectadas han anunciado que emprenderán una batalla legal para frenar el reconocimiento de este animal como especie protegida y se quejan de las repercusiones que tendrá en la ganadería el hecho de no poder gestionar la población de lobos. Además, las organizaciones agrarias se han unido a esta petición.
El año pasado tuvieron lugar 2700 ataques de lobos en Castilla y León, unos 7 al día. Los ganaderos temen que esta cifra se multiplique en todo el país con la protección de este animal. El presidente de ASAJA en Castilla y León, Donaciano Dujo, ha manifestado que “quién quiera lobo, que se lo lleve a casa”. “Si tanto les gusta el lobo, en Castilla y León nos sobra”, ha explicado Dujo.
Ahora, los trabajadores del sector agrario y ganadero exigen al ministro de Agricultura, Luis Planas, que tome medidas para defender sus intereses. Además, dicen que si no se rectifica, protestarán en las calles.