El Gobierno y la Iglesia buscan una nueva fiscalidad para lugares no destinados a culto
Gobierno e Iglesia colaborarán en grupos de trabajo para estudiar un nuevo conjunto de leyes relativas a los impuestos que afecte a esta institución, de manera que tribute por aquellos espacios y actividades que no estén destinados al culto religioso
Así lo ha anunciado hoy la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de MInistros en la que ha dado cuenta de su reunión del pasado lunes con el secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin.
En ella, Calvo ha destacado que trasladó al representante del papa la "preocupación" del Gobierno por encontrar una salida que permita a la Iglesia tributar en las condiciones que tributa en otros estados europeos y, en este sentido, ha considerado que la fórmula italiana de 2012 "es interesante".
Ha recordado que el Ejecutivo está haciendo una revisión de la política fiscal porque necesita ingresos sobre actividades no gravadas hasta ahora y sobre quienes "evidentemente tienen más ingresos, nunca contra las clases trabajadoras y clases medias". "No podíamos tener una pieza disonante e incoherente en esta revisión de la política fiscal y que tenía que ver con los impuestos también de una institución tan importante que dispone de tantos inmuebles y tantos recursos en nuestro país", ha afirmado.
Calvo ha asegurado que a Parolin le pareció "absolutamente coherente" la propuesta del Gobierno español y ha avanzado que el criterio a seguir consiste en respetar los lugares destinados al culto, pero conseguirque la Iglesia tributepor aquellos espacios donde ésta realice otro tipo de actividades. La vicepresidenta cree que la Iglesia debe ayudar a "restañar todas y cada una de las desigualdades absolutamente injustas que ha traído la crisis a nuestro país, pensando en los que menos tienen y más necesitan", ha dicho. Así, para dar "una respuesta constructiva" se formarán grupos de trabajo comunes, para que esta situación se resuelva pronto.
Calvo ha asegurado que también encontró una respuesta constructiva y de trabajo común de Parolin para revisar la cuestión de las propiedades inmatriculadas en los últimos años por la Iglesia católica, sobre las que el Ministerio de Justicia está elaborando un listado.
En este asunto, la vicepresidenta ha advertido "singularidades en las que hay que hacer un capítulo aparte para encontrar salidas positivas" que, respetando los monumentos y el culto, "den también cauce a las aspiraciones legítimas de los ciudadanos y patrimonio público de este país".