En la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno, su portavoz, Josu Erkoreka, ha dicho que "no cree" que el CSN vaya a ignorar el rechazo vasco a la reapertura y ha añadido que "no espera que esto ocurra".
El portavoz ha advertido sin embargo de que si finalmente se da luz verde a la reanudación de la actividad en Garoña, el Ejecutivo autonómico estudiaría las "opciones" a su alcance para defender que la central permanezca cerrada.
Ha recordado que al rechazo social a la central expresado en diversas movilizaciones en Euskadi se suma la postura contraria de la instituciones de Álava, del Parlamento Vasco y del propio Gobierno autonómico.
"Nadie en Euskadi comprendería la reapertura de Garoña", ha afirmado Erkoreka, quien ha manifestado su confianza en que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el Gobierno de España tengan en cuenta ese rechazo cuando decidan el futuro de esta instalación.
Garoña es la central nuclear más antigua de España y lleva parada desde finales de 2012. Su propietaria, Nuclenor, integrada por Iberdola y Endesa, ha solicitado poder operarla hasta 2031, aunque para ello el CSN le ha exigido una serie de requisitos de seguridad.
Mañana está previsto que el CSN vote el informe sobre si la central está en condiciones de abrir. Al parecer este órgano se mostrará favorable, con lo que dará luz verde al Gobierno -a quien corresponde la decisión final- para que pueda autorizar a la central a operar hasta los 60 años, es decir hasta 2031.
La Asociación Profesional de Técnicos de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica desveló ayer que las mejoras de seguridad exigidas a Nuclenor no se han llevado a cabo y alertó de que un dictamen favorable del CSN "supondría un cambio de criterio" y "de facto una exención encubierta al cumplimiento de los requisitos previos".
El Gobierno Vasco "no conoce" el informe en que los técnicos nucleares revelan ese incumplimiento, pero Erkoreka ha destacado que "más allá de un informe de una u otra institución" lo relevante es la postura "clara e inequívoca" de las instituciones vascas contra la reapertura de la planta, que espera sea tenido en cuenta.