La embarcación fue detectada poco después del amanecer a unas once millas al norte de Trípoli y en ella viajaban inmigrantes procedentes de diversos países del África Subsahariana, explicó.
"Los inmigrantes fueron trasladados a una refinería de Al Zawiya donde recibieron los primeros auxilios. Después se les llevó al centro de acogida", relató el portavoz.
Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido en los últimos años en el centro de operaciones de las mafias que trafican con seres humanos, a los que cobran cerca de 1.500 euros por un viaje destinado en muchas casos a la muerte.
El pasado 7 de mayo, el jefe de la Guardia Costera en la Región Central de Libia, Rida Issa, culpó a las ONG internacionales de fomentar con su presencia en el Mediterráneo el flujo de inmigrantes irregulares.
En declaraciones difundidas por la prensa local, el militar argumentó que la presencia de los barcos de rescate ayuda a que los inmigrantes opten por subirse a las pateras al considerar su viaje más fácil y menos arriesgado.
"Eso hace que incremente el número de inmigrantes. La Guardia Costera Libia ya ha expresado su preocupación a la Operación Sofía (de la Unión Europea) por esta situación pero no han hecho nada al respecto", se quejó Issa.
El flujo de pateras, que el pasado año se cobró la vida de más de 5.000 inmigrantes ahogados en el mar, se ha multiplicado en las última semanas con la llegada de la primavera y el buen tiempo.
Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), 1.332 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo en lo que va de año al tratar de llegar a Europa en embarcaciones precarias organizadas por mafias.