Algunas universidades catalanas están empezando a implementar el plan de la Generalitat para fiscalizar a los profesores que utilizan indistintamente castellano y catalán en función de sus preferencias lingüísticas y de las demandas de los estudiantes matriculados.
De hecho, algunos centros llevan años fiscalizando los usos lingüísticos de su profesorado.
Cómo aplicará cada universidad el plan de la Generalitat
La Universitat Autònoma de Barcelona elabora mensualmente un informe de reclamaciones, incluidas las quejas lingüísticas. Desde la universidad aseguran que los informes serán anónimos y no se señalará a nadie. En la Univesridad de Barcelona hace años que piden al profesorado que diga la lengua en la que quiere impartir su asignatura y que la respete. "No se puede cambiar de lengua", y aseguran que atenderán al estudiante que no entienda el idioma.
Desde la universidad Pompeu Fabra controlan desde el 2007 la "seguridad lingüística en las aulas". "Los estudiantes que consideran afectados sus derechos lingüísticos en el aula, lo comunican a sus responsables de estudio, que resuelven las incidencias".
Por otro lado, la Univesitad de Girona instará por correo electrónico a su profesorado a "respetar" la lengua en la que se ha anunciado que se impartirá la asignatura y habilitará «un buzón específico» para recabar las quejas de los estudiantes sobre esta cuestión.
El proceder que empleará la Universidad de Lleida será el de habilitar unos buzones de quejas para los estudiantes y está trabajando en un buzón concreto para las quejas relacionadas con esta cuestión. Además, aseguran que reforzarán el seguimiento que ya se hacen en las facultades del cumplimiento de lo que se establece en las guías docentes en relación con la lengua de impartición de las asignaturas.