La mayoría de las mujeres se han visto alguna vez obligadas a utilizar el inodoro público. Cuando esto ocurre, tendemos a evitar a toda costa rozar el asiento del inodoro por miedo a los gérmenes. Un comportamiento a priori razonable que, sin embargo, puede ser muy dañino para el suelo pélvico.
La postura más habitual de las mujeres a la hora de orinar en un inodoro de un baño público está a medio camino entre ponerse de cuclillas o hacer una sentadilla, lo cual requiere un gran equilibrio y fuerza. Todo con tal de que la piel no toque la taza.
Los uroginecólogos desaconsejan esta postura por la cantidad de músculos que intervienen en la micción. La Dra. Samantha Pulliam explica que forzar el cuerpo de esa manera "puede dificultar la micción porque no puedes relajar por completo todos los músculos del suelo pélvico en esta posición".
"El suelo pélvico está formado por varios músculos que proporcionan un apoyo para los órganos pélvicos. Se contraen y relajan para facilitar el paso de la orina y respaldan una serie de otras funciones corporales, desde la respiración hasta el sexo y la postura. Cuando el hecho de permanecer suspendido sobre el suelo impide que algunos de estos músculos se relajen, podrían impedir que la vejiga se vacíe por completo", dice la doctora.
Por su parte, la Dra. Kathleen Kobashi, uroginecóloga, asegura que permanecer sobre el inodoro en esa posición provoca más tensión en el suelo pélvico y eso podría contribuir a contraer infecciones del tracto urinario, ya que no poder vaciar completamente la vejiga es un factor de riesgo para desarrollar esta afección.
El consejo de dos sanitarias para utilizar un baño público
Sin embargo, si no queda más remedio que adoptar esa posición, las sanitarias recomienda hacer fuerza con los músculos cuádriceps en lugar de los glúteos. Esto hará que los músculos del suelo pélvico intervengan en menor medida, ya que el uso de los músculos cuádriceps ayudan a mantener la posición de suspensión.
Otra opción es utilizar fundas para el asiento del inodoro ( si están disponibles) o incluso papel higiénico para no rozar la taza. También puedes "llevar toallitas desinfectantes para limpiar el asiento antes de usarlo", dice la Dra. Pulliam.
